jueves, 12 de junio de 2008

Amsterdam

Las luces rojas engalanan la entrada de la ciudad, gran bienvenida de intenso calor humano. Los holandeses claros y directos, hermosos y vivos. Una ciudad de ires y venires que invita a quedarse en ella. La gran salida y entrada a y de Europa, tiendas por doquier, olor a mota que aletarga al frío. Muchas mujeres de ojos hermosos en falda luciendo impresionantes piernas sin importar el frío, que loca y agradable visión.

4 comentarios:

Lilián dijo...

¡Rafa! ¡Te juro que no había encontrado tu bló! En el bló de don Rufián estaba nomás tu Flickr, al que entré gustosamente. Tus fotos son lindas :D

¡Yo me acuerdo de ese café perfectamente! (el de la galletita). Tenemos que ir antes de que yo deje esta chamba, y Polanco no sea más que un sueño del lugar donde alguna vez trabajé, snif.





Amsterdam. Um. Marihuana perfectamente legal. Um. Yomi.

Ingrid Solana dijo...

Rafa, hola!!! Me encantan los fragmentos del viaje, son instantáneas: eternizan un presente y lo ensanchan. Hacer esbozos de lo minúsculo es una forma de engrandecer lo pequeño y de homenajearlo. Te mando muchos abrazos

Beatriz dijo...

¡Bien! Retomar la pluma siempre es dificil, pero veo que lo has hecho con la audacia y sencillez que te caracterizan. Ojalá las instantaneas sigan, y la realidad se vea rebasada por tus palabras. Besos

DEVA dijo...

A que es un pequeño osasis?? Me encantan los holandeses, que viva su tolerancia!