Lo que se rompió ya no es posible arreglarlo; las piezas muestran códigos discretos y perturbados de la
summa de-(v/b)ida. Desprenderse de ellos genera un vacío y un principio para ser llenados con elementos que ahora se develan. Se recupera la sorpresa y súbitamente surge la sonrisa íntima al conocer lo que por fin se reconoce y hace colapsar los prejuicios; los hombros dejan de pesar tanto. Un pie y después el otro y así cada vez, en nueva secuencia. Atrás, lo que fue, se encuentra en donde recordar sólo significa volver al corazón.
4 comentarios:
"...al conocer lo que por fin se reconoce..."
Me alegra tu texto. Es esperanzador, después de tanta catástrofe. Cuando todo sale mal eso sólo puede significar que ya viene lo bueno. Y mira, seguro que para ti apenas empieza. Ojalá siempre puedas reconocerlo a tiempo. Feliz de ahora en adelante.
Únicamente cuando creamos el vacío de aquellas cosas que sólo nos estorban, permitimos entrar las nuevas.
Un abrazote!!!
No viene mucho al caso con tu post, pero ¿has visto la bebida de frutas de que llama: Bida? Eso debería estar prohibido!!! Imagina cuanta gente escribirá: "Me tome un bida y me volvío a la bida" Es un desastre!
Ahm. Creo que lo pertinente después del último comentario es un silencio incómodo, con grillitos y todo. Ahí va:
(Silencio incómodo. A lo lejos se escucha el canto característico de los grillos machos frotando sus alitas).
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