jueves, 19 de agosto de 2010

Adopción de niños por homosexuales

La homosexualidad es una elección tan irrelevante como puede ser preguntarle a alguien si le va al Atlas o a las Chivas, o si le gusta el helado de vainilla o el de chocolate; son decisiones de vida personales que únicamente le importan al individuo que las toma.


El tema de fondo sobre la adopción de niños por parejas homosexuales no tiene que ver con normalidades o funcionalidades; tan real es que lo “normal” es algo usual en un momento y espacio específico como que la naturaleza humana adapta sus conductas según sus necesidades. Esto nos habla de que la norma se ajusta a concepciones que se van modificando en el tiempo, para que después de ser fijadas se vuelvan a modificar, dando por resultado la única realidad universal: la impermanencia: todo cambia y desaparece. Retomando el otro punto y emulando el tono del discurso hegemónico, se vuelve evidente y cierto que la Bomba Atómica es funcional...


Observar y entender que la mayor parte del tejido social está descompuesto evidencia que lo mejor para esos niños es buscar individuos responsables y con estructuras internas sólidas que puedan ser comprobadas por métodos científicos y no ser desacreditadas simplemente por un prejuicio o estigma social.


Los distintos estamentos, instituciones y estructuras tradicionales que se contraponen a la adopción de niños por homosexuales (todos ellos disfuncionales, en decadencia, fracturados y con posturas acomodaticias) son desertores de la idea de renovación y prefieren coartan una posibilidad que traerá más beneficios colectivos, sólo por querer mantener una tozuda ceguera (por miedo) para tratar de conservar y resucitar de manera artificial la concepción de un mundo que ya no existe.


Entonces, es más importante evitar la cerrazón y los discursos que nacen desde: la doble moral, la discriminación, el odio y la ignorancia, para en vez de ello: alinear los pensamientos, las palabras y las acciones, adaptándonos así a la realidad inmediata y no a un deber ser en pos iniciar una construcción de un mundo en el que exista cabida para la otredad: para ti, para mí, para todos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Suscribo. Y te recomiendo esto, no sè si lo viste:
http://www.jornada.unam.mx/2010/08/18/index.php?section=politica&article=002n3pol

Jorge Jaimes dijo...

COMO SIEMPRE LA ELOCUENCIA DEL ESCRITOR NO DEJA A LUGAR A DUDAS EL PUNTO DE VISTA A FAVOR.

FELICIDADES COMO SIEMPRE

Unknown dijo...

Rafa, me gusto mucho lo que escribiste.
Miriam L.E.