Quisiera mirar a través de ti cristal, para así obtener la imagen que hay de mí en ti.
La corrupta traducción del deseo se magnifica a la distancia por la temerosa semiótica manida; la fotografía fuera de foco, difuminada, del hallazgo impensado es su resultado.
¿Cómo virarte cristal para que tú me veas sin efectos en mi realidad? ¿Hasta qué límite acercarnos?
Especulaciones de salmón que nada río arriba yendo al encuentro de una diáfana comunicación contigo, sin buscar reverberar en ti, pues al final, esa es mi única posibilidad de ser.
1 comentario:
Nunca sabemos cómo nos vemos del otro lado del cristal. Lo malo es que siempre creemos saberlo. De cualquier forma, ¿qué más da? Lo que somos no se modifica, aunque esté fuera de foco. Si sabemos qué somos lo de menos es cómo nos ven. Ah, pero claro, asumimos que lo sabemos. Y siempre creemos lo peor. Expectativas que son espejismos, y que aun sin existir nos esclavizan.
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