Las verdades que se entienden en la infancia, se olvidan y se corrompen al paso del tiempo.
4 comentarios:
Anónimo
dijo...
Yo creo que uno no entiende las verdades en la infancia, sino que viene con un sistema operativo que sabe lo que es realmente importante: comer, dormir, gritar si no te sientes bien, sentir el calorcito de quienes te aman... Uno perfecciona estas habilidades, le va integrando otras nuevas, pero con el tiempo empieza a aprender cosas tontas como leer el reloj y resolver raíces cuadradas, así que va olvidando hasta el punto de no reconocerse a sí mismo. Por eso, si un día tengo un hijo, le voy a pedir que me enseñe todo lo que sabe, y me encargaré de que lo recordemos juntos, eso sí, hasta que la muerte nos separe (o aún después). Te hará bien contagiarte de niñez. El amor incondicional de un niño y cómo te mira y cómo confía en ti genuinamente serán algunas de las mejores cosas que puedan sucederte, disfrútalas mucho por favor.
4 comentarios:
Yo creo que uno no entiende las verdades en la infancia, sino que viene con un sistema operativo que sabe lo que es realmente importante: comer, dormir, gritar si no te sientes bien, sentir el calorcito de quienes te aman... Uno perfecciona estas habilidades, le va integrando otras nuevas, pero con el tiempo empieza a aprender cosas tontas como leer el reloj y resolver raíces cuadradas, así que va olvidando hasta el punto de no reconocerse a sí mismo. Por eso, si un día tengo un hijo, le voy a pedir que me enseñe todo lo que sabe, y me encargaré de que lo recordemos juntos, eso sí, hasta que la muerte nos separe (o aún después).
Te hará bien contagiarte de niñez. El amor incondicional de un niño y cómo te mira y cómo confía en ti genuinamente serán algunas de las mejores cosas que puedan sucederte, disfrútalas mucho por favor.
También se corroen...
Y también se carcomen...
lo mejor de la infancia son las cosas que olvidas cuando creces, pero quer están y estarán ahí, agazapadas, esperando a salir en cualquier momento...
abrazo
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