Llorar mientras te aguardaba y en el momento que por fin arribaste, llorar de miedo por no saber a dónde has llegado, llorar pensando en qué es lo que sueñas y al encontrarte durmiendo, llorar al escucharte llorar, llorar cuando fijas tus ojos en los míos, cuando respondes a mi olor y a mi voz y llorar porque en esencia somos lo mismo.
Para mi sobrino recién llegado, inspirado en un texto de Pablo King.